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#304176
LIGA BBVA | SEVILLA 1 - ATLÉTICO 1
El efecto Simeone se diluye

El Atlético, pese a mostrar una buena imagen, empató ante el Sevilla y suma ya cinco jornadas sin ganar. Los de Simeone han sumado tan sólo cuatro de los últimos quince puntos. Salvio adelantó a los colchoneros en la primera mitad y Babá empató devolvió la igualada en la segunda.

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Quinto partido consecutivo del Atlético de Madrid sin conocer la victoria. El equipo de Simeone cosechó un empate en el Sánchez Pizjuán ante un Sevilla al que dominó por completo durante la primera mitad. Tras el descanso, los hispalenses reaccionaron y plantaron cara a su rival. Salvio adelantó al conjunto madrileño cuando tan sólo habían transcurrido ocho minutos de partido. Babá, ya en la segunda mitad, se estrenó como goleador sevillista estableciendo el empate definitivo. La reacción experimentada por el Atlético con la llegada de Simeone empieza a diluirse, los rojiblancos han sumado tan sólo cuatro de los últimos quince puntos disputados y seguirá una jornada más fuera de los puestos europeos.

La rivalidad directa por entrar en Europa entre el Sevilla y el Atlético quedó reflejada sobre el terreno de juego desde el pitido inicial. Andaluces y madrileños saltaron al césped con mucho respeto a las cualidades ofensivas de su rival, pero también con la idea fija entre ceja y ceja de buscar la portería rival y desequilibrar el partido lo antes posible. Tras unos primeros compases en los que ambos equipos buscaron asentarse en el campo y hacerse con la posesión del balón, fueron los de Simeone los que comenzaron a dar muestras de peligro. Así, los colchoneros tardaron tan sólo ocho minutos para adelantarse en el marcador con un centro de Gabi desde la izquierda que Salvio mandó a la red de Palop con un cabezazo.

En el guión del Sevilla no entraba encajar un gol con tanta rapidez y los de Míchel, tras recibir el primero, mostraron unos evidentes signos de nerviosismo que bien pudieron costarle el segundo tanto en contra. En esta ocasión, Palop sí acertó a hacerse con el disparo franco desde dentro del área del argentino Salvio. Hubo que esperar al primer cuarto de hora para ver el primer acercamiento peligroso del equipo local. El disparo cruzado de Reyes acabó marchándose desviado junto al palo derecho de Courtois. Con el transcurso de los minutos, Sevilla y Atlético definieron y asumieron sus papeles con claridad: el Atlético esperaba para salir al contragolpe y el Sevilla tocaba para intentar volver a meterse en el encuentro volcando sus ataques por las bandas.

La recta final de la primera mitad sirvió para que Salvio se erigiera de forma clara en el mejor hombre del partido y para que Andrés Palop volviera a demostrar que sus reflejos y su buen hacer bajo palos siguen intactos a pesar de su larga suplencia con Marcelino en el banquillo hispalense. El argentino y el valenciano mantuvieron una pugna particular que acabó decantándose a favor del guardameta, que desbarató con gran solvencia dos nuevas ocasiones del delantero rojiblanco. Un disparo de falta de Reyes, sin excesivo peligro fue, sumado a su desviado disparo en el tramo inicial, el pobre bagaje ofensivo del Sevilla durante una primera mitad en la que se vio superado en todos los aspectos por los hombres de Simeone.

Tras el descanso, el Sevilla estaba obligado a aumentar su creación y, sobre todo, sus llegadas a las inmediaciones de la portería de Courtois. Los de Míchel regresaron al campo obligados a forzar al máximo para abrir el encuentro con la posesión del balón como principal arma. El Atlético, dominador absoluto del primer acto, era consciente de que no debía variar ni un ápice ningún aspecto de su juego, su actitud y su disposición sobre el terreno de juego. El equipo local creó más peligro en los cinco primeros minutos de la segunda mitad que durante los primeros cuarenta y cinco. Una contra sevillista muy bien llevada por Reyes y Navas fue desbarata in extremis por Domínguez cuando el empate parecía estar más cerca que nunca.

Y así fue. Tan sólo tres minutos después, una brillante y medida asistencia de Navas desde la banda derecha sirvió para que Babá devolviera el empate al marcador estrenando su casillero goleador como jugador del Sevilla. Míchel quiso aprovechar el mejor momento de los suyos y el espaldarazo moral del gol para atemorizar todo lo posible a su rival y, acto seguido, retiró a Rakitic y Spahic para dar entrada a Trochowski y Fazio. Con las tablas en el electrónico nació un nuevo partido en el que ambos equipos, uno en efervescencia y otro en decadencia en el envite, se vieron obligados a comenzar de nuevo la conquista de tres puntos que se antojaban vitales para dar un golpe de autoridad en la lucha por los puestos europeos.

Fue el Sevilla el que continuó con el dominio del balón ante un Atlético que daba sensación de peligro cada vez que llegaba a la zona de tres cuartos. A un cuarto de hora para el final, Courtois volvió a demostrar que se encuentra en una vertiginosa línea ascendente con una intervención salvadora tras un cabezazo a bocajarro de Reyes que acertó a despejar evitando el segundo tanto local. La lesión del goleador Babá obligó a Míchel a poner toda la carne en el asador con la entrada al campo de Manu del Moral en sustitución del jugador senegalés. Locales y visitantes buscaron el gol de la victoria hasta el final, pero acabaron firmando un empate que les sirve de muy poco en la lucha por la cuarta plaza.

Fuente: AS
#304183
Se diluye no, es que si nos faltan cuatro de los cinco mejores jugadores del equipo y conseguimos un empate en un campo que es dificilisimo y su gol por un claro error nuestro. Hemos tenido dos semanas complicadas y ahora toca Europa League pero en liga recuperamos a tres jugadores y nos toca un buen calendario.
#304348
Con todo mi dolor, el Atleti este año no se merece estar en Champions. Está dejandose puntos en muchisimos campos y perdonando demasiado. Ayer jugó una buena primera parte pero la segunda parte fué un desastre.
#304355
Hemos tirado media temporada con Manzano y si nos ponemos a pensar está mejor el Malaga y el Athletic pero no pierdo la esperanza y se puede luchar. Nos faltaban los cuatro mejores jugadores, que valla el Barça al Pizjuan a jugar sin Messi, Iniesta, Xavi y Alexis o Alves.

En la segunda parte Salvio estuvo a su pésimo nivel futbolistico perdiendo todos los balones, Adrian y Tiago con molestias y el resto estaba muerto, como ya dije, Juanfran, Gabi o Filipe desde que está Simeone vienen de jugar los noventa minutos de liga y uefa y no tenemos gente decente para sustituirles pero bueno, al final de liga se verán los que se clasifican. Dependen muchas cosas como el calendario que somos los que mas cómodo lo tenemos ahora, hemos pasado Valencia, Sevilla y Barça y los partidos difíciles que nos quedan como Madrid y Athletic los recibimos en casa.
#304876
EUROPA LEAGUE | ATLÉTICO 3 - BESIKTAS 1
Simao se cuela en la fiesta

El portugués no celebró un gol que mantiene a un limitado Besiktas vivo en la eliminatoria. El Atlético, liderado por Adrián, arrasó en el primer tiempo pero se quedó sin fuerzas después.

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El Atlético es mejor que el Besiktas y salió del Calderón con una buena renta para la vuelta en Turquía. Tan innegable como que el equipo de Simeone perdió una ocasión ideal para dejar la eliminatoria ventilada y aireó la que puede ser su debilidad mientras siga en dos competiciones: anda justo de gasolina y en parte por eso pasó de avasallar en el primer tiempo a resultar indefinido en el segundo ante un Besiktas al que, las ironías del juego, mantiene vivo un golazo de Simao.

Esa falta de aliento en la segunda mitad convirtió en vulgar a un Atlético que tiene la coartada de las ausencias. Sin Tiago, Arda y Diego anda justo de creación y poniendo parches en el centro del campo. Aunque esos parches a veces, como ese extraño jugador llamado Salivo, marquen dos goles. Sin el sostén de Tiago y el juego entre líneas de Arda y Diego, al Atlético le conviene el ataque en manada, el zafarrancho de combate y las pinturas de guerra. Sin jugadores para la elaboración, le va presionar con furia, robar arriba, tirar contras y llegar en oleadas. Convertido en jauría, el Atlético zarandeó en el primer tiempo a un Besiktas horrendo. Marcó tres goles y pudo marcar otros tantos. Tuvo la eliminatoria cerrada, lista para el golpe de gracia. Pero salió del descanso sin fuerza y sin plan, sin saber si guardar el botín o buscar más sangre. Ni lo uno ni lo otro, perdió el hilo y pareció ausente mientras el Besiktas se encontraba con el indulto del rival y un gran gol que Simao marcó pero no celebró. El Besiktas, que es poco pero es más en su campo, tiene ahora argumentos para la fe que difícilmente hubiera encontrado con el 3-0. Europa y los goles fuera de casa...

Adrián no deja de crecer

Como el Atleti fue de más a menos, al final quedó poco de la euforia que chisporroteaba en el ambiente en el descanso. Con razón: el equipo de Simeone había firmado un primer tiempo fabuloso, acogotando en su área a un Besiktas con una defensa de chiste. La principal debilidad de un rival de gelatina era la banda izquierda y por ahí cargaron Juanfran, Salvio y un Adrián imperial. A golpe de presión, movilidad y ritmo, el Atlético contagió pasión y generó ocasiones. Koke brilló conectando líneas, Falcao y Filipe rozaron el gol y Salvio demostró que es un verso libre: primero falló a puerta vacía y después marcó dos goles en tres minutos, los dos con tanto arte como inconsciencia. En los dos entró por la derecha y en los dos pudo asistir a placer a Falcao. En lugar de eso definió de maravilla, primero tras control y regate y después con una vaselina exquisita.

Pero ese primer tiempo fue por encima de todo de Adrián, un jugador a cuyo crecimiento no se le adivina techo. Cada vez más líder, cada vez más seguro, más entero y hasta más entonado en el remate. Su primer tiempo fue un trueno. El primero en presionar y el mejor con el balón, omnipresente. Suyo fue el 3-0 con una arrancada desde la medular y una lección de pausa y cambio de ritmo en la frontal y entre tres defensas. Un gol de súper clase. Él marcó las constantes vitales del Atlético. Cuando brilló él, brilló el equipo. Cuando se fue en el segundo tiempo para dejar su sitio a Pizzi, sufrió un Atlético sin balón y sin profundidad, que resultó vulgar y que apenas tuvo un par de ocasiones (la mejor, de Koke) ante un Besiktas que pasó de muy poco a poco y con eso marcó un gol y rondó otro que salvó Courtois en la recta final.

El Besiktas es una mala defensa y un sistema anárquico que resulta peligroso cuando se contagia. A campo abierto cuenta con la calidad de Simao y el empuje de Manuel Fernandes. Y en la vuelta contará con un estadio volcado y la fe del que no tiene nada que perder. Al Atlético, aunque en ventaja, le tocará hilar fino por culpa de un partido en el que pasó de maravillar a aburrir, de apabullar a encogerse. Que sirva de aviso.

Fuente: AS
#304946
Que buenos goles todos, en la segunda parte acusamos el cansancio como suele ser habitual últimamente, esperemos con el Granada que cerremos el partido en la primera parte.
#305138
ATLÉTICO 2 - GRANADA 0
El Atlético halla premio sin gasolina para buscarlo

Un golazo de volea de Miranda rescata a un equipo fundido tras el duelo ante el Besiktas y le hace mirar a Europa. El Granada estuvo ordenado pero no tuvo ambición. Falcao sentenció al final.

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Los caminos del fútbol son inescrutables. El Atlético encadenaba hasta hoy cinco partidos ligueros sin ganar, de forma injusta por su atrevida y enérgica apuesta futbolística en pleno efecto Simeone. Y, por el contrario, ante el Granada logró dejar atrás esta lacra, sin fútbol, con la gasolina en reserva y aportando los mínimos méritos posibles; que fueron pocos pero mayores que los de su rival. Una obra de arte de Miranda en una de las escasas aproximaciones al área enemiga, valió al equipo colchonero para desarticular al Granada, que fue tan ordenado siempre que olvidó desmelenarse en busca de puntos, que al final es lo que cuenta y lo que salva. Falcao sentenció al final adornando una victoria que ya nadie cuestionaba.

El partido no pasará a la historia más que por la hora, por la fiel respuesta del Calderón y por la obcecación de un colegiado que, sin ser determinante, agota en su afán de dejar jugar por norma; simplemente porque ese estilo le distingue. Con las piernas sobrecargadas por el desgaste europeo, el Atlético no pudo ofrecer su mejor versión. Aun así, demostró que su mordiente le da para flotar contracorriente en esta nueva era y que su carácter ya no varía ante cualquier fenómeno atmosférico. Su fe es inquebrantable. Y eso que a Adrián no le quedaba chispa tras fundir al Besiktas, a Falcao le sobran toques y la salida desde atrás no es la misma sin el desborde de Filipe y la imaginación de Diego. El Granada pudo meter en el dedo en la herida cuanto quiso. Sin embargo le sobró miedo, le faltaron mimbres y se quedó sin Jaime Romero, su mejor hombre, cuando éste hacía de guía.

Aburrimiento y escasa calidad

La primera mitad fue insoportablemente mala. En media hora nadie se acercó al área. El Atlético echó de menos como nunca el arte de Diego y Arda, mientras que el Granada se replegó tanto que le faltó calidad para hilvanar durante el largo kilometraje que separaba su cueva de la de Courtois. El empate era el único marcador posible a esas horas. Únicamente el error ajeno o la aportación arbitral podía desnivelar tal resultado. Miranda se afanó por hacer válida la primera premisa con dos errores de bulto a la hora de ir al corte. En la primera acción sufrió un eslalon de Jaime Romero que a punto estuvo de encontrar premio. En la segunda, no sólo su cadera volvió a crujir ante la internada de Uche, sino que después hizo una clara falta fuera del área y luego rozó el penalti en la misma línea para rematar la faena. Mateu amagó con pitar. Sin más.

El Granada comenzó entonces a sacudirse sus complejos y a olvidar sus bajas provocadas. Abel Gómez buscó la espalda de Gabi y Mario y desde ahí, en la zona de entrelíneas, lanzó a Jaime Romero siempre que quiso hasta que los isquiotibiales de la perla saltaron por los aires debido a sus eléctricas arrancadas. La lesión del joven albaceteño trastocó los planes de Resino, que tuvo que recomponer un dibujo elaborado ya de por sí parcheado con meritorios. El Atlético aprovechó el desconcierto para desperezarse. Lo hizo más por la obligación que por sus méritos en la elaboración. A balón parado se sintió seguro. Y así fue como logró ir la moral de su adversario. De la estrategia se valió para abordar a Julio César y reclamar por el camino alguna que otra mano de Mainz que también pudo acabar en penalti. Sin embargo, ni Falcao (lento) ni Adrián (espeso) daban miedo.

El Granada no sufría, hasta que Mateu Lahoz convirtió un pelotazo en la cara de Henrique en una mano que sólo vio él. La falta provocó el primer aviso serio de Koke en una jugada ensayada, cuyo lanzamiento desembocó en un córner decisivo. El del primer gol. El saque de Gabi fue malo, pero el rechace regresó a sus pies para darle una segunda oportunidad. Esta vez su envió conectó con la cabeza de Godín en el segundo plao. El central devolvió el balón al corazón del área pequeña y allí, su socio Miranda se redimió con una volea exquisita. 1-0. Tan precioso como inesperado.

Mucho miedo y poco juego

Falcao pudo sentenciar nada más arrancar la segunda mitad al aprovecharse de un gran pase de Koke y de su posición ilegal. Julio César estuvo imperial en el mano a mano. El partido seguía sin dominador y con más imprecisiones que detalles. Simeone decidió entonces ir cambiando a sus jugadores más agotados, a la vez que Abel metió a Ighalo por un lateral reconvertido como Cortés. Las escasa ambición granadina terminó por decaer cuando Mateu le dejó con diez.

Desde ahí hasta el final no hubo miedo en el Calderón a perder lo ganado. Ni tampoco hubo más alegrías que llevarse a la mesa que la reivindicación de Falcao. Su tanto se lo debe a la internada de Juanfran, cada día mejor lateral. Después, el palo impidió que el colombiano ampliara la renta. Un tercer tanto hubiera sido excesivo. El 2-0 ya era buen botín para las fuerzas con las que contó el Atlético para ir a buscarlo.

Fuente: AS
#305146
Menos mal, hoy cuatro tiros y dos goles, otro días quince-veinte tiros y ninguno o algún gol. Esto es a lo que se refiere Simeone que quiere. Juanfran impresionante, el cansancio a tenio factura en el equipo.
#305421
BESIKTAS 0 - ATLÉTICO 3
La caldera fue un jacuzzi

El Atlético pasa a cuartos sin sufrir. Hizo un partido inteligente y aprovechó la calidad de su ataque. Adrián hizo el primero, Falcao marcó otro regalado y Salvio cerró la cuenta. Juanfran sigue como una moto.

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Se habló de Turquía como un infierno intimidatorio, olvidando que para el Atlético ése es un hábitat familiar y para Simeone el estimulante perfecto. Porque un equipo y un entrenador acostumbrados a vivir en el alambre de la exigencia que rodea al club ya no teme ambientes hostiles ni rivales con barba. Casi diría que le ponen. Ante el Besiktas volvió a demostrarlo. No sólo no sufrió, sino que el equipo colchonero recordara esta noche como una velada plácida en la que recuperó para la causa a Arda Turan, catapultó a Juanfran y confirmó a Adrián como una alternativa seria rumbo a la Eurocopa. Justo en el momento en el que los 'nueves' disponibles están de bajón y justo en la estación del año en la que se deciden las competiciones.

El Atlético planteó un duelo inteligente. Sin complicarse la vida en defensa y sin forzar malentendidos en la creación. Animar al adversario estaba prohibido. El plan pasaba por enviar cuando antes el balón a los que mejor saben tratarlo. Una idea que pudo plasmarse con menos sudor que en las últimas semanas porque Arda aporta la pausa básica para no perderla y la inteligencia necesaria para jugarla. En torno a él se agruparon Adrián y Falcao, siempre con Mario y Gabi al quite. Ellos se bastaron para desquiciar a un rival más hosco que brillante. Le mataron en el primer tiempo y le narcotizaron en el segundo con su temple. No fue un exhibición de juego coral pero sí una muestra racial de efectividad. Dos llegadas, un susto y un gol cuya equivalencia fue una sentencia, un pase a cuartos y un proyecto vivo en marzo. Una realidad que cualquier colchonero hubiera firmado hace meses en bañador.

Un gol y el pase encarrilado

El tanto del alivio lo hizo Adrián, más decisivo cada día. Sin embargo el mérito tendría que repartirlo entre Juanfran y Arda. El primero metió un pase a la espalda de la defensa como pocos laterales son capaces de hacer, mientras que el turco controló con clase y asistió con estilo para que Adrián machacase a placer. El Atlético enmudeció el Inönü como quien lo hace con la tele. Ni los destellos de Simao ni las intenciones de Fernandes cambiaron el panorama. Menos aún Hugo Almeida, un delantero que Mourinho pretendió para el Madrid y que definitivamente no logró por su bien.

La lentitud del Besiktas y la solidez del Atlético restaron emoción al resto del encuentro. Un intervalo de tiempo en el que Adrián y Arda desaprovecharon la oportunidad de sonrojar a su enemigo cortando alguna oreja más. Unas veces por centímetros y otras por una errónea ejecución del contragolpe. En esa suerte, Koke se llevó el gordo con una arrancada tan potente como descontrolada. Ante tanto desacierto en los metros finales, sólo un fallo ajeno podría aumentar la renta. El portero del Besiktas se prestó voluntario al permitir a Falcao empujar en la línea de gol un centro llovido de Salvio por el que nadie daba un euro. Fue la nota de humor.

Un rival idóneo contra el cansancio

Independientemente del resultado, justo y corto pese al tercero logrado por Salvio a deshora, la mejor noticia para el Atlético fue el ahorro de gasolina. Tras la ida y la batalla de Sevilla, el último encuentro ante el Granada encendió las alarmas de una plantilla corta y mermada. El Besiktas echó una mano para no avivar la preocupación. Su juego directo, sin maldad ni intención, facilitó la labor de Miranda y Godín y no exigió a los laterales. Los mediocentros tampoco tuvieron que remangarse y los atacantes, con un rival volcado con más obligación que inteligencia, encontraron más espacios de los esperados. Lo dicho: el Atlético soñó en la previa con que tendría que pelear en una caja de cerillas y se despidió de Turquía con una sesión de baño y masaje.

Fuente: AS
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