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SPORTING 1 - SEVILLA 0 | LIGA BBVA
El efecto Clemente desborda a Míchel

El Sporting sueña con la permanencia gracias a un gol de André Castro. El Sevilla acusó la falta de pegada arriba y a Medel en la media.

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La ausencia de delanteros dificultaba la empresa de puntuar en El Molinón. Pero la baja más notable en el Sevilla la escudriñaban pocos antes del comienzo. Premio para los que se tiraban de los pelos ante la baja de Medel. La baja del perro de presa chileno, además de suponer un quebradero de cabeza para Míchel (lo intentó solucionar con Fazio), infectó a la sala de máquinas hispalense. A este vital contratiempo a hay que añadir la carencia de delanteros (el único disponible era Babá y se quedó en el banquillo) y en extensión a la falta de puntería de un equipo sobrepasado en la primer mitad por la intensidad del Sporting.

Lo que pierde el Sevilla son opciones de jugar el año que viene en Europa. Lo que gana el Sporting de Gijón son posibilidades reales de seguir haciéndolo en Primera. Porque la temperatura del infierno del descenso baja tras el triunfo ante el equipo andaluz. Los de Clemente duermen con 24 puntos, a tres de la salvación. Todo gracias al empuje de un equipo bien posicionado cuando el Sevilla conducía y descarado a la hora de atacar, con Colunga y Trejo como abanderados. Se pudo comprobar en el gol de André Castro, que se plantó en el área con una simple, pero certera, diagonal de Colunga.

El duelo ya tenía su morbo de antemano. No sobre el terreno de juego, sino desde los banquillos. Clemente y Míchel han tenido una relación amarga desde el siglo anterior, cuando el rubio de Barakaldo prescindió del exmadridista para el Mundial de 1994 en Estados Unidos. Pero como toda riña, el tiempo lo enfría todo. Y más si cada uno tiene suficiente con dedicarse a lo suyo. Porque ambos viven semanas cruciales para el devenir de sus equipos. Más feo lo tiene desde hoy Míchel, que va a tener que remar río arriba para llegar a Europa. Mucho mejor no lo tiene Clemente, pero necesita menos puntos para cumplir su objetivo.

El encuentro no sorprendió a nadie. Como era de esperar, el Sevilla tomó la posesión del cuero, cosa que no agobió para nada a un Sporting de Gijón aguerrido y ordenado en las labores de presión. Fueron unos primeros minutos de hermetismo, sin que el Sevilla supiera resquebrajar el orden asturiano. Se buscó a Jesús Navas para fisurar la última línea asturiana pero Canella dejó claro desde el principio que su cometido era pegarse al palaciego como si de un pájaro garrapatero se tratase.

Secado Jessús Navas, el trabajo del Sporting se hizo más asequible. El Sevilla se rompía la cabeza para llegar hasta la línea de ataque y el Sporting de Gijón se las sacaba de la chistera. Más bien se las sacaba de la chistera de Cala. El joven defensor sevillista falló en dos entregas que pudieron buscar la ruina a su equipo. Por suerte para los hispalenses, Palop se agigantó para empequeñecer la portería a sus rivales. El equipo gijonés crecía por momentos a la vez que el protagonismo del Sevilla menguaba.

El empuje de los asturianos tuvo su merecido premio a la media hora de juego gracias al gol de André Castro. En la jugada se vieron las virtudes del Sporting y los pecados del Sevilla. Sólo un pase, una diagonal de Colunga desde la línea de tres cuartos, desnudó todas las carencias de la pareja de centrales del Sevilla. André Castro entró sin preguntar hasta la cocina y, sin hueco aparente, cruzó el balón ante la mirada de Palop.

Si el Sporting de Gijón se agarró, y con resultados fiables, a la intensidad de sus futbolistas para sorprender a su rival, el Sevilla no abandonó sus creencias en la calidad. Al golpe asestado por el centrocampista portugués se le hizo frente con la clase de los de arriba, pero se achacó la eficacia de Kanoute y Negredo. Y quizás estas bajas no fueran las que hacían tirarse de los pelos a los andaluces. La de Medel, además de complicar la tarde a Fazio, oxidó a su compañero Rakitic, franqueado en todo momento por André Castro.

El paso por los vestuarios mejoró la cara del Sevilla. Las imprecisiones de Cala en la primera mitad le costó la sustitución. Fazio retrasó su posición y Campaña se asoció en el medio con Rakitic. Sólo faltaba el envite final con un delantero puro. Y lo lanzó a los veinte minutos de la segunda parte con la baza de Babá aunque el damnificado fue José Antonio Reyes. Por entonces, el Sevilla dominaba y ya pisaba más el área del Sporting.

El despliegue físico de los futbolistas sportinguistas supuso un repliegue ordenado de las tropas a campo propio. El Sevilla contraatacó avanzando las suyas pero le faltó la contundencia necesaria para equilibrar un partido trascendental para el futuro de ambos. El Sporting desempolva su licencia para seguir en Primera y el Sevilla no encuentra la suya para hacerlo en Europa.

Fuente: AS
#307978
LIGA BBVA | SPORTING 3 - LEVANTE 2
Pitos para Clemente; gloria para el Sporting

El conjunto astuariano se sobrepone a un tenso ambiente, vence en un vibrante partido al Levante (3-2) y se agarra a un milagro para salvarse. El Levante desperdicia meterse en Champions.

Primero fue el Zaragoza el que, a base de milagros, ha confiado en la idea de salvarse. El siguiente en sumarse a la fiesta ha sido el Sporting. Empezaba la jornada a siete puntos de la salvación, linde que marca el Villarreal, pero tras un vibrante partido frente al Levante (3-2), los de Javier Clemente se acuestan a tan sólo cuatro puntos de volver a jugar en Primera el año que viene. Si no descienden, buscarán la dulce condena que otorga la idea de haber luchado hasta el final. Por otro lado, el Levante, un equipo creado para la misma misión que atarea al Sporting pero que pelea por un puesto en la Champions League, desperdició una extraordinaria oportunidad para seguir con su meteórica temporada.

El encuentro fue espectacular. Sobre todo, por el lado del Sporting, que igualó dos veces para remontar finalmente (3-2). El conjunto de Clemente, duramente criticado también por su afición, se la jugó, arriesgó con todo lo que había y se llevó con justicia un premio que el Levante apenas ansiaba. Los de JIM no quisieron en la primera parte y cuando pudieron, a mediados de la segunda, desperdiciaron sus escasas oportunidades. Lo cierto es que los de Clemente controlaron el encuentro desde el principio, jugaron al límite, conociendo que su posición no entiende otra filosofía y apenas dejaron respirar a su huésped. Si el rival va con uno, nosotros llevamos a dos. Con esa idea se plantó el Sporting en el partido. Gracias a ella visitó varias veces el área de Munúa en el primer cuarto de hora. Pero ahí gripa el conjunto asturiano. Con el balón en el área contraria, las ideas no aparecen y el equipo acaba perdiendo la pelota, la paciencia y el dominio. Precisamente a eso juega el Levante, a la contra, a matar rápidamente sin tiempo para la reacción. Sólo hay un pequeño problema. El Levante se ancla demasiado a su veloz contraataque y, cuando no dispone de él, lo paga con mucha facilidad. Eso le pasó frente al Sporting.

Los primeros quince minutos fueron un monólogo sportinguista. Las ocasiones se sucedieron sin el premio del gol. De hecho, la crueldad del fallo llegó hasta el punto de que el Levante anotó un gol en su primer disparo. Valdo aprovechó la profundidad de Javi Venta y los errores de la defensa para rematar sólo en el segundo palo un buen centro del lateral. Los nervios aparecieron en los locales. Pero la suerte cambió de lado y poco después Trejo, el mejor de su equipo, se apoderó de un balón suelto en la frontal para batir con frialdad a Munúa. La esperanza volvía a iluminar las caras en el Molinón, pero dejó el envite demasiado vivo para la segunda mitad, probablemente una de las más emocionantes del año.

Corría el minuto 61. Con empate en el marcador, Javier Clemente decidió sacar del campo a David Barral y Adrián Colunga, dos delanteros cuando el equipo necesitaba marcar. "Clemente, ¡vete ya!" era la música que sonaba en un desencantado Molinón, entregado al equipo, pero con la idea de que su técnico abandone el barco de manera inmediata. Cuatro minutos después, Koné hacía el 1-2. Los jugadores, desahuciados, no podían creer que fuesen perdiendo después de su buen partido. Pero algo pasó. Lora, que sostuvo durante los 90 minutos a su equipo, se sacó un zurdazo desde 25 metros que, después de tocar en el poste, se coló en la meta de Munúa. El 2-2 animó a sus compañeros. El aire insuflado significó vida para un equipo que mira a la muerte muy de cerca desde hace muchas jornadas. Diez minutos después, una carambola pillaba a Sangoy recién levantado del suelo cuando el balón se dirigía hacia él. El argentino, denostado por técnicos y afición, enganchó una volea que se coló ajustada al palo izquierdo de Munúa. El éxtasis llegó entonces al Molinón. En diez minutos habían pasado de estar muertos a volver a respirar. El impredecible Sporting se ha ganado su derecho a soñar.

Fuente: AS
#309374
LA MAYOR INTENSIDAD Y CONCENTRACIÓN PREMIA AL SPORTING EN CORNELLÁ
Gijón sueña con razones

La amplia diferencia del marcador no refleja el dominio del partido, ni siquiera las ocasiones, pero sí hace justicia a la intensidad y concentración con la que Espanyol y Sporting afrontaron el encuentro. Los rojiblancos resistieron sin dificultades en el primer periodo y aprovecharon los descuidos locales para matar el encuentro tras la reanudación. Cornellá, harta de decepciones cuando más cerca parece Europa, castigó el pobre coraje de su equipo con algunos pañuelos. La permanencia rojiblanca en Primera todavía es una quimera, pero si alguien en Gijón creía en la remontada hace dos semanas... ¿cómo no hacerlo ahora?

Fuente: MARCA
#310373
LIGA BBVA | SPORTING 2 - BETIS 1
Sangoy mantiene la esperanza para el Sporting

Los dos tantos del delantero argentino permiten al Sporting mantener la esperanza de seguir en Primera. Apurará sus opciones de permanencia en la última jornada en Málaga.

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Dos goles del argentino Gastón Sangoy mantienen al Sporting de Gijón con la esperanza de permanecer una temporada más en la Liga Adelante, después de que el conjunto asturiano se impusiese al Betis (2-1) en la penúltima jornada de Liga BBVA y que los resultados del resto de encuentros acompañasen.

La necesidad sportinguista se hizo patente desde el primer minuto. Avisó primero Rubén Castro con un disparo cruzado ante Juan Pablo que se fue fuera, pero el partido se revolucionó en el minuto 12, cuando Amaya interceptaba dentro del área con la mano un centro de Trejo; el colegiado no dudó en señalar la pena máxima y Sangoy hizo subir un gol para la esperanza en El Molinón.

El tanto no descentró al Betis, que siguió acechando el área asturiana, aunque era el cuadro rojiblanco el que controlaba y buscaba la sentencia. Con el partido encaminado hacia el descanso, en la última jugada de la primera parte, Jorge Molina aprovechó un rechace de Juan Pablo a tiro de Pozuelo para enviar momentáneamente al conjunto asturiano a Segunda.

Con el palo del último minuto todavía en mente, el cuadro sportinguista salió decidido a ir a por el partido y a esperar noticias del resto de campos. En una jugada dentro del área bética, Sangoy recibió fuera de marca y armó un disparo potentísimo para dar vida al conjunto local.

El Betis buscó el empate, pero la férrea defensa de los asturianos imposibilitó el objetivo. Con las derrotas del Rayo Vallecano ante el Sevilla (5-2), del Granada ante el Real Madrid (1-2) y del Villarreal

ante el Valencia (1-0), el Sporting sigue soñando con la salvación.

Fuente: AS