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Por Uldhrued
#313813
Olic se somete a pruebas para saber si llegará a la Eurocopa

Olic tuvo que abandonar el partido del sábado en Oslo por una contracción espasmódica del músculo de la región posterior, y unos primeros exámenes no mostraron señales de rotura.

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El delantero croata Ivica Olic, quien sufrió una lesión el pasado sábado en el amistoso contra Noruega, viajará hoy a una clínica de Múnich (Alemania) para fijar el alcance de sus problemas físicos ante la recta final de los preparativos para la Eurocopa.

Olic tuvo que abandonar el partido del sábado en Oslo por una contracción espasmódica del músculo de la región posterior, y unos primeros exámenes no mostraron señales de rotura.

El doctor de la selección, Zoran Bahtijarevic, declaró hoy a la prensa croata en Zagreb que el estado de Olic es mejor de lo que en un primer momento se consideraba, y que el jugador se siente bien.

"Mañana comenzará con una terapia después de que regresemos de Múnich", dijo Bahtijarevic, quien explicó que Olic y él viajarán a la ciudad alemana a la clínica de un médico y gran amigo del jugador croata que "conoce muy bien su organismo".

Si la lesión impide a Olic participar en la Eurocopa, el seleccionador croata, Slaven Bilic, posiblemente llamaría a Nikola Kalinic, delantero del ucraniano Dnipro, para sustituirlo.

Croacia disputará su primer partido del Euro el próximo día 10 contra Irlanda. Los otros dos rivales de los croatas en la fase de grupos son España e Italia.

Fuente: AS
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Por Uldhrued
#314350
EUROCOPA | GRUPO A | POLONIA 1 - GRECIA 1
Grecia tira de orgullo y amarga la fiesta a Polonia

Polonia salió fuerte y se adelantó con gol de Lewandowski pero Grecia, con diez, empató y pudo ganar con un penalti que falló Karagounis. Polémico Velasco Carballo.

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Hay personas, como hay equipos, que en los momentos de abatimiento se crecen. Aprietan los dientes, tiran de orgullo y le ponen pasión voltear una situación adversa y salir con la cabeza alta. Así es Grecia. Inmerso en la pesadilla de la crisis, otros países empiezan a rumiar el mismo destino, buscan en la Eurocopa una vía de escape, una mordaza que silencie a los económicos durante unas semanas.

Ante Polonia, los de Fernando Santos no fueron superiores en fútbol pero sí en pundonor y efectividad. Se levantaron al gol de Lewandowski en la primera parte, se aislaron en el momento oportuno del protagonismo del Velasco Carballo, del afán por los focos del colegiado español hablaremos después, y se tiraron a por el pastel en el tramo final del partido. Y es que el penalti fallado por Karagunis a falta de veinte minutos para el final es el único ‘pero’ del equipo heleno. Aunque la pena máxima errada por el futbolista del Panathinaikos no ensuciará su buena actuación. Él colorea a una selección lenta y horizontal. Parte de culpa de la metamorfosis griega también tiene la tiene Salpingidis, que hizo el tanto del empate, provocó el penalti y le anularon un gol por fuera de juego de Fortounis.

Y Polonia deja un sabor dulce por el juego pero amargo por el resultado. Su juego es rápido, su presión es asfixiante y su banda derecha es una caja de bombas que suele desactivar Lewandowski. Los tres del Borussia de Dortmund se bastaron para desquiciar a Grecia en la primera parte, pero el desgaste y el peso de ser anfitrión le pasó factura.

Hubo unos primeros minutos de tanteo, los que se tarda en sacudirse los nervios del partido inaugural. Durante ese tiempo, Grecia se dedicó a mover el cuero de lado a lado. Pero cuando Polonia se enteró de dónde estaba, no más tarde de los cinco minutos de juego, sacó los colmillos para buscar el cuello de su rival. Las formas de Polonia eran las esperadas: hacer de la banda derecha una autopista de alta velocidad. Piszczek y Blaszszykowski cabalgaban a sus anchas hasta la línea de fondo rezando a la efectividad de Lewandowski.

La compenetración entre los jugadores del Borussia de Dortmund desquiciaba a un equipo heleno desbordado en defensa, impreciso a la hora de sacar el balón y encima dando la impresión de estar jugando una pachanga. Parecían esperar un gol caído del cielo. Y las jugadas a balón parado en la selección de Grecia es lo más parecido a la danza de la lluvia. Karagounis hacía de jefe tribal y Gekas le secundaba.

La primera asociación entre los dos helenos acabó con un testarazo desviado del delantero. Polonia respiraba ante la imagen de su oponente y siguió fustigando por la banda diestra hasta encontrar el merecido premio. No se salió del guión y en la enésima internada, ésta del lateral Piszczek, acabó en un centro que Lewandowski finalizó de forma espléndida picando el balón ante la extraña salida del meta Chalkias.

Ni siquiera el tanto polaco envalentonó a Grecia, que no conseguía llegar al ritmo de su oponente y echaba en falta un timonel en la sala de máquinas. Sólo Karagounis mostraba algo diferente.

Velasco Carballo se convierte en protagonista

Entonces se dejó de hablar de fútbol. Cuando el partido se equiparaba por el paso atrás de Polonia y la necesidad de Grecia, Velasco Carballo hizo acto de presencia para acabar con la emoción del partido inaugural. A falta de diez minutos para el ecuador del partido, Papastathopoulos vio la cartulina amarilla de forma rigurosa por apoyarse en Lewandowski. Al madrileño le pareció breve su protagonismo en el Estadio de Varsovia y diez minutos después acaparó los focos expulsando al central griego por una ¿falta? sobre Murawski.

Por si fuera poco, en plena ebullición helena, Velasco Carballo continuó la ‘caza del griego’ amonestando a Holebas después de una posible mano de Perquis dentro del área.

Salpingidis hace olvidar a Velasco

El descanso tuvo un efecto balsámico en los nervios de los griegos. Fernando Santos les debió rogar que se olvidaran del árbitro español y se dedicaran a jugar porque la raza griega es impredecible. Impredecible e inagotable. Se crece cuando le dan por muerto y en Varsovia lo ejemplificó. Consiguieron igualar el partido en inferioridad numérica sin llegar a merecerlo, pero así fueron campeones de Europa en 2004. Salpingidis, que ocupó el sitio de Ninis tras el descanso, se aprovechó de un mal marcaje de Wasilewski y una mala salida de Szczesny para firmar la machada y silenciar el Estadio Nacional.

Polonia no contaba con ese traspié y buscó el punto de apoyo para erguirse pero los griegos encontraron oro con la entrada de Salpingidis. El autor del gol del empate ponía cordura en la circulación y provocaba jaquecas en los rivales. Si no que se lo pregunten a Szczesny, que a veinte minutos para el final vio la cartulina roja por zancadillearle dentro del área. El del PAOK cedió el protagonismo a Karagunis pero Tyton, portero que suplió al del Arsenal, acertó al tirarse a su izquierda.

Salpingidis no cejó en su empeño y cinco minutos después empujó el balón a las redes, pero Fortounis se encontraba adelantado antes de dar la asistencia. Los últimos minutos fueron de ida y vuelta. A Polonia le entró prisa y a Grecia le invadió la conformidad de un partido que no dejó totalmente satisfecho a nadie. Los anfitriones no dieron la talla en su debut y los griegos no apuntillaron cuando pudieron.

Fuente: AS
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Por Uldhrued
#314351
La tapada Rusia se exhibe y deja la huella de la Euro'2008

Los rusos ganan con comodidad en su estreno ante la República Checa con doblete de Dzagoev y otros dos tantos de Shirokov y Pavlyuchenko.

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Dirk Advocaat puso muy fácil el titular en la previa. “Podemos ser los tapados”. Nadie cree en los rusos. Su falta de carácter en los momentos decisivos, tan lejos del orgullo que siempre demostró la vieja madre Rusia en otras disciplinas deportivas colectivas, genera desconfianza. Con la goleada ante la República Checa no le saldrán muchos más fieles a Rusia, entre otras cosas porque esa frialdad excesiva que le ha condenado tantas veces estuvo a punto de complicarle durante un rato un debut que terminó como debía, en plácida victoria. Pero es cierto que Rusia, esta Rusia de Advocaat, tiene jugadores de una sensibilidad especial que permiten saborear algún muy buen rato de fútbol cuando se inspiran. Sin duda, las huellas de esa selección tienen mucho, casi todo, del equipo que en Austria 2008 sólo se despeñó las dos veces que se cruzó con España, que era un rodillo exuberante. Rusia tiene pinceladas realmente estéticas, especialmente cuando las defensas se desparraman como le ocurrió a los checos, un equipo que ya no sabe si viene o va, en una mezcla de la que ni Bilek sabe aún si es principio (Pilar) o final (Cech. Rosicky, Baros). Las transiciones nunca fueron fáciles.

La República Checa, protagonista grande en recientísimas Eurocopas, especialmente aquella de Inglaterra donde las melenas de Poborsky se ganaron la complicidad de las clases populares, empezó como un ciclón. Los rusos no vieron la pelota los diez primeros minutos, exactamente los que le duró el gas a Rosicky para coger el mando y a Plasil y Jiracek para recuperar balones. Los checos parecieron por un momento acumular más centrocampistas y tener más presencia que su rival, pero el efecto gaseosa recordó al de Polonia en el partido inaugural. Rusia se ordenó pronto y pegó dos dentelladas de esas que le dieron fama hace cuatro años. Guiada por unos bajitos (Arshavin, Dzagoev) cuyo parecido con el de los españoles a veces asombra, Dzagoev y Shirokov hicieron dos goles en un periquete que pudieron multiplicarse desde ese momento. Kerzhakov, que como Arshavin recupera la luz en el Zenit, se pegó una paliza de categoría pero estuvo obtuso delante del gol.

Pilar animó el partido con el 2-1 y, a falta de maldad en los rusos, Rosicky estuvo a punto de empatar. Malafeev se quedó con el balón de una forma casi acrobática después de despejarlo como pudo. Advocaat, viejo zorro, se temió lo peor y movió ficha. Reventado, Kerzhakov se fue al banquillo y entró Pavlyuchenko, que como Arshavin nos recuerda lo gran jugador que es en estos eventos grandes que no merecen una preparación continuada. A Arshavin y Pavlyuchenko, embajadores durante un buen tiempo en Londres (Tottenham y Arsenal) de la versión relajada y occidentalizada de la nueva Rusia, les cuesta horrores sufrir durante el año y resistirse a ciertos encantos. Arshavin y Pavlyuchenko terminaron por reventar un partido que no aumentará demasiado la cotización de Rusia pero que permite legitimar esa frase de Advocaat que quién sabe si no leeremos alguna vez más. En Wroclaw, llena de rusos a pesar de los recelos con que se miraron siempre ambos países, tuvimos noticias de la tapada. Ante ustedes, se presenta Rusia.

Fuente: AS
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Por Uldhrued
#314436
EUROCOPA | GRUPO B | ALEMANIA 1 - PORTUGAL 0
Mario Gómez amarga una vez más a Cristiano

El delantero del Bayern hizo el único gol y, como ya sucedió en la Champions, volvió a cruzarse en el camino del luso. Neuer también fue de nuevo clave. Pepe estrelló un balón en el larguero.

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Alemania sigue de moda en las competiciones de tronío. Por saber reinventarse, por mantener sus costumbres de raza y amor propio, y por apropiarse de algunos dones tan españoles que están de moda. Su debut no fue brillante pero da sensación de que hay materia prima. Uno de sus ciertos ha sido apropiarse de la paciencia ante los cerrojos. Otro, nutrir a su centro del campo de más neuronas que caballos. Sólo le sobró el miedo con ventaja. Siempre pareció más que su adversario. Ganó a Portugal con más sufrimiento que justicia, ya que Pepe y Varela desaprovecharon dos ocasiones intermitentes de oro. Pudo pasar cualquier cosa y sucedió lo de últimamente. Que Mario mete más goles claves que Cristiano, ya pasó en la Champions, y que Neuer es más importante de lo que al astro madridista le gustaría.

El conjunto de Löw sobrevivió gracias a su mayor ambición, a su rocosa defensa y debido a sus diversas alternativas para solventar los problemas. Tras no encontrar el premio por la vía de la verticalidad a la que acostumbra, lo halló recurriendo al faro que siempre aparece para que jamás se marche el día: Mario Gómez. Esta vez, un centro medido de Khedira desde la derecha, cuando mayor era el atasco, valió para que el espigado delantero del Bayern deshiciera un empate tedioso al que se abrazó Portugal durante demasiado tiempo. El gol, bonito por el pase y precioso por el remate, dejaba a esas horas el grupo B con tanto miedo como olor a muerte.

Primer tiempo con superioridad alemana

De Alemania fueron las intenciones en el primer tiempo y de Portugal, el conformismo y la mala fortuna. La banda de Cristiano jugó siempre rodeada de complejos, concienciada de su inferioridad. Metida en su cueva. Abrazada a la igualada. Cuando vio la luz, por compromiso y con el marcador en contra, se dio cuenta del error que arrinconaba. Jamás sacó partido a su guía. Sólo se atrevió a enviar balones largos, salpicados con demasiadas pérdidas. Portugal pareció querer demostrarle (sin éxito) al mundo que no sólo vive del astro del Madrid. Confundió el camino al atacar por otras vías. Con sus invenciones (balones a Nani, zapatazados a Postiga) no hizo más que desesperar al personal por no saber conectar con el único jugador que siempre mira a la portería. Con Dinamarca lanzada en el grupo, no le bastará con defenderse por costumbre. Únicamente al final, con la obligación de dársela a Cristiano para encontrar soluciones de urgencia, Portugal se plantó ante Neuer con verdadera continuidad y ahínco.

Con tan poca ambición, el equipo de Bento llegó una sola vez a orillas de Neuer en los primeros cuarenta y cinco minutos. Tras un córner y después de un balón rebotado. Pero, eso sí, Pepe, protagonista en área ajena, pudo dar la sorpresa con una sutileza impropia de su rudeza: estrelló su rosca en la madera y, tras el rebote, dejó sus ilusiones por el suelo sobre la mismísima línea.

Con Portugal a la espera de acontecimientos, Alemania mandó sin aplicarse. Se encontró con el balón porque su rival no lo quería. No supo muy bien qué hacer con él. Dominó sin arrollar. Circuló sin penetrar. Khedira mostró un gran tono, aunque le faltó pericia para encontrar huecos entre tantas piernas. Özil, el mejor cuando le apetece, se perdió en sus continuas caídas a banda y a Scheweinsteiger le sobró caminar con tanta asiduidad. Sin la chispa adecuada, sin el toque vertical recordado, Muller y Mario Gómez sólo bebieron de Podolski, cuya llegada desde atrás mejora con los años. El probó un par de veces desde lejos. Sin más.

Portugal, a la desesperada

La reanudación trajo más nervio y espacios. Y con ellos los mejores detalles. Cristiano se acercó al balón al no conseguir que el esférico realizará el camino contrario. Conectó con un buen Coentrao y pudo asociarse con más fluidez con el recambio de Postiga. Alemania, ya con el resultado a favor, se replegó más de lo debido y acabó encomendado a Neuer, un seguro de vida. El 1-0 no le sirve a Alemania para tirar cohetes, pero sí para avisar a España de que sigue fuerte. Mientras, a Portugal, sólo le vale para entender que o se encomienda a Cristiano o no vivirá en el grupo de la muerte.

Fuente: AS
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Por Uldhrued
#314437
La Dinamita Roja pone patas arriba el grupo de la muerte

La Holanda de las figuras se estrella ante el orden de los daneses, que reventaron el partido con un gol de Krohn-Delhi que enreda más aún el desarrollo del grupo de la muerte.

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La Dinamita Roja decidió llevarse trinitrotolueno de calidad a Kharkiv y ha conseguido volar por los aires la estabilidad del grupo de la muerte de la Eurocopa, que presumía una pelea de gallos entre Holanda, Alemania y Portugal y ha encontrado un peligroso elemento de inestabilidad. La victoria de Dinamarca resucitará la leyenda de 1992, cuando una selección de vacaciones y con su estrella, Michael Laudrup, en conflicto con su entrenador, aterrizó en Suecia por la sanción a Yugoslavia y levantó el título.Esta Dinamarca todavía tendrá que hacer más méritos para ser sucesora del equipo de los Brian Laudrup, Kim Vilfort o Schmeichel, pero de momento demostró su fe y ha generado más expectación si cabe en un grupo terrorífico. Mientras, la Holanda finalista del Mundial bajó en su cotización como la espuma, porque después de un principio prometedor demostró una falta de plan preocupante.

Agarrado a la pegada de su paquete de delanteros, como esperando a que el triunfo llegase desde la inercia, Holanda no ha desarrollado variantes ni planes b para reaccionar a sorpresas como el gol de Michael Krohn-Delhi, uno de esos anónimos jornaleros de la gloria que ganan la fama internacional para siempre en un gran torneo. Krohn-Delhi, jugador que curiosamente ha desarrollado la mayoría de su carrera en Holanda (se lee que Koeman permitió en su día su salida del Ajax hasta que los ajacied lo recuperaron en segunda instancia), marcó un gol que luego Dinamarca conservó en un ejemplo simbólico de cómo el espíritu de equipo puede tumbar las mejores individualidades. Kjaer y Agger, los centrales daneses, estuvieron gigantescos.

Podría decirse que Holanda cayó en la trampa de Dinamarca, pero tampoco sería del todo real. Pero sí es cierto que se confió. El discurso de bienvenida del partido en Kharkiv hacía intuir una goleada naranja, que en un cuarto de hora se acercó las veces que se propuso a la portería de Andersen. Apoyado en la verticalidad de sus cuatro jugadores ofensivos, Sneijder, Afellay, Robben y Van Persie, para Holanda el gol siempre parece una cuestión de tiempo. Sucede que cuando el plan es tan simple, y en ocasiones tan rentable, un entrenador y un equipo se vuelven demasiado holgazanes. Entienden la comodidad como un buen método para ganar partidos y olvidan variantes. Holanda tiene buenas cosas para sorprender, especialmente Van der Wiel, buen lateral ofensivo. Pero salvo raras excepciones, cuando el jugador del Ajax llegó arriba la jugada ya había terminado. Las conducciones de Robben suelen acabar en disparo o pérdida, no entienden de colectividad.

Así que Holanda merecía el gol pero Dinamarca aguantó el tirón y la primera vez que apareció por el área de Stekelenburg dio el zarpazo. Las lindezas gritadas a los cuatro vientos de la defensa naranja (sin Mathijsen) eran ciertas. Krohn-Dehli irrumpió en el área a toda máquina y telegrafió un recorte que se tragó Heitinga con la candidez de un juvenil. El disparo con la izquierda del danés no tuvo una respuesta digna de Stekelenburg. El 0-1, una bomba en Kharkiv, no parecía una apuesta segura en un futuro inmediato. Pero Holanda se apagó. Sólo apareció Robben después de una jaimitada de Andersen. El portero danés dejó al extremo del Bayern cara a cara y Arjen estrelló el balón en el palo. Fue la última señal de vida de Holanda en un buen rato. Al tiempo que los de Van Marwijk perdieron el norte, la Dinamita Roja creció tácticamente. Dio un correcto paso atrás porque en la primera parte concedía muchos espacios. Holanda fracasó, también con Huntelaar y Van der Vaart. Terminó desordenada, desesperada y mirando a Skomina, el árbitro esloveno que pudo pitar un penalti en los últimos minutos. Su crispación y algunos gestos de compañeros con Robben, empeñado en escribir su gloria personal en cada partido, no son las mejores señales para Holanda. Dinamarca, cargada de TNT, volvió a su cuartel general sabiendo que los primeros grandes titulares de la Eurocopa son para esa Dinamita Roja que cada cierto tiempo provoca explosiones sonadas en el fútbol.

Fuente: AS
Por Laura.B.P
#314558
España no puede con Italia en el debut en la Eurocopa (1-1)
Di Natale adelantó a Italia y Cesc Fábregas empató el choque
Del Bosque sorprendió con la alineación titular al no jugar con un nueve puro
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La selección española no ha podido arrancar la defensa de la Eurocopa con victoria por culpa de una Italia que ha llegado a Polonia rodeada por las polémicas pero con las ideas de juego muy claras. La Roja no ha tenido la pólvora necesaria en ataque para doblegar a un rival que se adelantó en el minuto 60 gracias al gol de Di Natale y que se ha atrevido a discutir la posesión.

El empate de España -que hizo justicia en el marcador- fue obra de Cesc Fábregas que protagonizó la sorpresa del partido al convertirse de inicio en la referencia atacante en detrimento de Torres, Negredo o Llorente.

Con esa inclusión del 'nueve mentiroso' arrancó un partido en el que Italia por su parte quiso amagar también con la sorpresa. Los de Prandelli estaban colocados al saque inicial con un 4-4-2 pero la táctica duró dos minutos. Tras el primer ataque español, Italia pasó al 3-5-2 que se esperaba, eso sí, con De Rossi disfrazado de Beckenbauer de ahí al final.

En los primeros compases, La Roja a lo suyo, es decir, sobar la pelota en el centro del campo y esperar a que aparecieran los huecos. Pero esta Italia no era la del 'autobús' de otras épocas. Su presión era en el campo contrario y obligaba a los centrocampistas a no estar cómodos con el balón en los pies y además les mantenía lejos de las zonas de peligro. En ataque, los transalpinos se encomendaban a Balotelli y a Cassano que originaban peligro al caer a un costado y esperar la llegada de algún compañero de segunda línea.

El partido no era el esperado ni mucho menos. La posesión estaba al 50%, se discutía de tú a tú -algo impensable a priori-. Y es que España echaba demasiado de menos una referencia en ataque, alguien que buscara la espalda de los defensas italianos.

La prueba más clara de que no era una primera mitad óptima para España fue que su mejor jugador se llamaba Iker Casillas. El capitán salvó el gol hasta en tres ocasiones, ya fuera un tiro de falta de Pirlo, un remate raso de Cassano o un remate de cabeza de Motta a bocajarro.


España lavó su imagen en la segunda mitad

Tras el descanso se respiraba otra cosa. Del Bosque no hizo cambios pero si soltó los estribos a Jordi Alba y a Arbeloa para que se incorporaran al ataque y abrieran el campo. Las primeros tres disparos a puerta fueron españoles: Cesc, Xavi e Iniesta. Era una señal.

Prandelli sabía que había que cambiar la inercia así que sustituyó a Balotelli por Di Natale. El primer balón que tocó el delantero del Udinese significó el primer gol del partido. Pirlo hizo una maravilla en el centro del campo al irse de dos contrarios y poner el balón en la espalda de Piqué y de Ramos y Di Natale solo necesitó de un toque para batir al Casillas de tiro cruzado.

Italia se adelantaba en el 60’ pero España reaccionó pronto. Tan solo tres minutos después Cesc superaba a Buffon después de una obra de arte en forma de pase de Silva y las tablas volvían al electrónico.

De no haber sido tan rápida la respuesta el partido se hubiera dormido pero, por suerte, sucedió todo lo contrario. El partido tenía por delante los mejores minutos de fútbol.

Del Bosque introdujo a Navas en lugar de Silva para tratar de aprovechar sus internadas por banda y así hizo el sevillano. Sin embargo España seguía sufriendo el mismo mal que era que no había nadie que acabara las jugadas, alguien que rematara a puerta. Ese alguien tenía que ser Torres que entró al campo sustituyendo a Cesc con 20 minutos de partido por delante.

El empate no se alteró y eso que cada equipo tuvo una ocasión muy clara para marcar el segundo. Italia la tuvo en el 76’ con una volea de Di Natale que se fue a la derecha de la portería española y España la tuvo con Torres por dos veces.

El delantero madrileño tuvo dos mano a mano con Buffon y en ninguno salió victorioso. En el primero se adelantó el control y el veterano portero le birló la cartera y en el segundo su vaselina se fue por encima de la portería 'azzurra'. Marcaba el cronómetro el minuto 84 y esa fue la última ocasión clara del choque.

Ahora España está obligada a ganar sus próximos dos partidos si quiere clasificarse. El jueves 14 se las verá con Irlanda a partir de las 20:45h. y el lunes 18 frente a Croacia.

Ficha técnica:
1 - España: Casillas; Arbeloa, Sergio Ramos, Piqué, Jordi Alba; Busquets, Xabi Alonso, Xavi, Iniesta, Silva (Navas, m.65); y Cesc (Fernando Torres, m.74).
1 - Italia: Italia juega con: Buffon; Giaccherini, Chiellini, De Rossi, Bonucci, Maggio; Marchisio, Thiago Motta (Nocerino, m.89), Pirlo; Cassano (Giovinco, m.65) y Balotelli (Di Natale, m.56).
Goles:
0-1, m.60: Di Natale.
1-1, m.64: Cesc.

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